lunes, 8 de septiembre de 2025

Antonín Dvořák

Antonín Leopold Dvořák  (Nelahozeves, 8 de septiembre de 1841-Praga, 1 de mayo de 1904) fue un compositor posromántico natural de Bohemia —territorio entonces perteneciente al Imperio austríaco—, uno de los primeros compositores checos en lograr el reconocimiento mundial y uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX. Empleó con frecuencia ritmos y otros aspectos de la música folclórica de Moravia y su Bohemia natal, siguiendo el ejemplo de su predecesor, el nacionalista de la era romántica Bedřich Smetana

Se ha descrito al estilo de Dvořák como «la recreación más completa de un idioma nacional con el de la tradición sinfónica, absorbiendo influencias populares y encontrando formas efectivas de usarlas».

Dvořák mostró sus dotes musicales a una edad temprana, siendo un buen estudiante de violín desde los seis años. Las primeras representaciones públicas de sus obras fueron en Praga en 1872 y, con especial éxito, en 1873, cuando tenía 31 años. Buscando reconocimiento más allá del área de Praga, presentó una partitura de su Primera Sinfonía a un concurso de premios en Alemania, pero no ganó, y el manuscrito no devuelto se perdió hasta que fue redescubierto muchas décadas después. 

En 1874 hizo una presentación al Premio Estatal de Composición de Austria, incluyendo partituras de dos sinfonías más y otras obras. 

Aunque no lo sabía, Johannes Brahms fue el miembro principal del jurado y quedó muy impresionado. Le otorgaron el premio en 1874 y nuevamente en 1876 y en 1877, cuando Brahms y el destacado crítico Eduard Hanslick, también miembro del jurado, se presentaron a él. Brahms recomendó a Dvořák a su editor, Fritz Simrock, quien poco después encargó lo que se convirtió en Danzas eslavasop. 46. Fueron muy elogiadas por el crítico musical de Berlín Louis Ehlert en 1878, la partitura (de la versión original para piano a cuatro manos) tuvo excelentes ventas y lanzó su reputación internacional.

La primera pieza de carácter religioso de Dvořák, su arreglo de Stabat Mater, se estrenó en Praga en 1880. Fue interpretado con gran éxito en Londres en 1883, lo que dio lugar a muchas otras representaciones en el Reino Unido y Estados Unidos.​

 En su carrera, realizó al menos nueve visitas como invitado a Inglaterra, a menudo dirigiendo representaciones de sus propias obras. Su Séptima Sinfonía la escribió para Londres. Al visitar Rusia en marzo de 1890, dirigió conciertos de su propia música en Moscú y San Petersburgo

En 1891 lo nombraron profesor en el Conservatorio de Praga. Entre 1890 y 1891, escribió su Trío Dumky, una de sus piezas de música de cámara de mayor éxito.

En 1892, se mudó a Estados Unidos y se convirtió en el director del Conservatorio Nacional de Música de América en Nueva York. La presidenta del Conservatorio Nacional, Jeannette Thurber, le ofreció un salario anual de 15 000 dólares, veinticinco veces lo que le pagaban en el Conservatorio de Praga.​ 

Mientras estuvo en Estados Unidos, escribió sus dos obras orquestales más exitosas: la Sinfonía del Nuevo Mundo, que difundió su reputación en todo el mundo,​ y el Concierto para violonchelo

En el verano de 1893, se mudó de Nueva York a Spillville (Iowa), siguiendo el consejo de su secretario, Josef Jan Kovařík. Dvořák había planeado originalmente regresar a Bohemia, pero Spillville estaba compuesto en su mayoría por inmigrantes checos, por lo que sintió menos nostalgia; se refirió a ella como su «Vysoká de verano».​ Allí fue donde escribió su pieza de música de cámara más famosa, su Cuarteto de cuerda en fa mayor, op. 96, que más tarde fue apodado como Cuarteto Americano. Poco después de su estancia en Iowa, extendió su contrato con el Conservatorio Nacional por otros dos años. 

Sin embargo, la crisis económica de abril de 1893 provocó la pérdida de ingresos del marido de Thurber e influyó directamente en la financiación del Conservatorio Nacional. El déficit en el pago de su salario, junto con el creciente reconocimiento en Europa y un principio de nostalgia, lo llevaron a dejar Estados Unidos y regresar a Bohemia en 1895.

Todas sus nueve óperas, excepto la primera, tienen libretos en checo y estaban destinadas a transmitir el espíritu nacional checo, al igual que algunas de sus obras corales

La más exitosa de las óperas es Rusalka

Entre sus obras más pequeñas, la séptima Humoresca y la canción «Canciones que me enseñó mi madre» también son ampliamente interpretadas y grabadas. Ha sido descrito como «posiblemente el compositor más versátil de su tiempo».​

El Festival Internacional de Música de Dvořák de Praga es una importante serie de conciertos que se celebran anualmente para homenajear la vida y la obra del compositor.

Biografía

Primeros años

Casa natal de Antonín Dvořák en Nelahozeves.

Antonín Dvořák nació en Nelahozeves, pequeña población al norte de Praga (entonces parte de Bohemia en el Imperio austríaco, ahora República Checa), el 8 de septiembre de 1841. 

Su padre, František Dvořák (1814-1894), poseía un reducido establecimiento hotelero y también trabajó como intérprete profesional de cítara y como carnicero. 

Su madre, Anna, de soltera Zdeňková (1820-1882), era la hija de Josef Zdenĕk, el bailío del príncipe Lobkowicz

Anna y František se casaron el 17 de noviembre de 1840.

Antonín fue el mayor de sus catorce hermanos, ocho de los cuales sobrevivieron a la infancia.​ 

Fue bautizado como católico en la iglesia de San Andrés de su pueblo. 

Los primeros años de Dvořák en Nelahozeves nutrieron su fuerte fe cristiana y el amor de su herencia bohemia que influyeron tan fuertemente en su música.​ 

En 1847 ingresó en la escuela primaria de su pueblo, donde recibió las primeras enseñanzas musicales y aprendió a tocar el violín de la mano de su profesor Joseph Spitz

Mostró un talento precoz y gracias a su habilidad tocó en una banda de su pueblo y en la iglesia.

František estaba muy satisfecho de los dones de su hijo. A la edad de 13 años y bajo la influencia de su padre, lo enviaron a Zlonice a vivir con su tío Antonín Zdenĕk, con el fin de aprender alemán. 

Su primera composición, Polka Pomnenka, la escribió probablemente en 1855.​

Antonín Dvořák de niño.

Recibió lecciones de piano, órgano y violín de su profesor de alemán Antonín Liehmann, quien también le enseñó teoría de la música y le presentó a los compositores de la época. Dvořák tenía mucho respeto por su maestro, a pesar de que éste tenía un carácter bastante duro. Liehmann era el organista de la iglesia de Zlonice y a veces dejaba a Dvořák que tocara en los servicios religiosos.​ 

Recibió más lecciones de órgano y teoría musical en Česká Kamenice con Franz Hanke,​ quien alentó aún más su talento musical y fue más comprensivo. 

A los 16 años y bajo la insistencia de Liehmann y Zdenĕk, František permitió a su hijo convertirse en músico, con la condición de que fuera organista.​ 

Después de partir hacia Praga en septiembre de 1857, ingresó en la Escuela de Órgano de la ciudad, donde estudió canto con Josef Zvonař, teoría con František Blažek y órgano con Joseph Foerster. Este último no sólo fue profesor en el Conservatorio de Praga, sino también compositor de órgano. 

También realizó un curso adicional de idiomas para mejorar su alemán y trabajó como violista «extra» en numerosas bandas y orquestas, incluida la orquesta de la Sociedad de Santa Cecilia.​ 

Se graduó de la Escuela de Órgano en 1859, ocupando el segundo lugar en su clase. 

Solicitó, sin éxito, un puesto como organista en la iglesia de San Enrique (Sv. Jindřich), pero se mantuvo impertérrito en la búsqueda de una carrera musical.

Tras obtener el graduado, su tío dejó de prestarle su ayuda económica, por lo que, en 1858, se incorporó a la orquesta de Karel Komzák, con quien actuó en los restaurantes y balls de Praga. 

El alto nivel profesional del conjunto atrajo la atención de Jan Nepomuk Maýr, quien contrató a toda la orquesta para la Orquesta del Teatro Provisional de Bohemia. 

Dvořák tocó la viola en la orquesta a partir de 1862. Apenas podía pagar las entradas para un concierto, pero tocar en la orquesta le dio la oportunidad de escuchar música, principalmente óperas.​ 

En julio de 1863, actuó en un programa dedicado al compositor alemán Richard Wagner, quien dirigió la orquesta. Había tenido una «admiración ilimitada» por el compositor alemán desde 1857. 

En 1862, había comenzado a componer su primer cuarteto de cuerdas

En 1864, acordó compartir el alquiler de un piso ubicado en el distrito Žižkov de Praga con otras cinco personas, entre las que también se encontraban el violinista Mořic Anger y Karel Čech, quien más tarde se convirtió en cantante.​ 

En 1866, Maýr fue reemplazado como director en jefe por Bedřich Smetana

La constante necesidad de complementar sus ingresos empujó a Dvořák a dar lecciones de piano. Fue a través de estas lecciones de piano como conoció a su futura esposa. Originalmente, se enamoró de su alumna y colega del Teatro Provisional Josefína Čermáková, para quien aparentemente compuso el ciclo de canciones Cipreses. Sin embargo, su amor no fue correspondido y ésta terminó casándose con otro hombre.

En 1873, Dvořák se casó con la hermana menor de Josefina, Anna Čermáková (1854-1931). Tuvieron nueve hijos: Otakar (1874-1877), Josefa (1875-1875), Růžena (1876-1877), Otýlie (1878-1905), Anna (1880-1923), Magdalena (1881-1952), Antonín (1883-1956), Otakar (1885-1961) y Aloisie (1888-1967).​ 

En 1898, su hija Otýlie se casó con su alumno, el compositor Josef Suk. Su hijo Otakar escribió un libro sobre él.

Compositor y organista

Antonín Dvořák en 1868.


Dvořák numeró su Quinteto de cuerda en la menor (1861) como op. 1 y su Primer cuarteto de cuerda (1862) como su op. 2, aunque el catálogo cronológico de Jarmil Burghauser​ los enumera como B.6 y B.7 y muestra cinco composiciones anteriores sin números de opus. A principios de la década de 1860, también hizo sus primeros intentos sinfónicos, algunos de los cuales quemó autocríticamente. 

Se conserva el manuscrito de una sinfonía en do menor sin número de opus, B.9, compuesta en 1865. Esta sinfonía ha llegado a ser numerada como la Primera de Dvořák. 

Sus primeros intentos de composición transcurrieron sin recepción crítica ni actuaciones públicas. Sus composiciones hasta 1870, según el catálogo Burghauser,​ o no tuvieron estrenos conocidos, o se estrenaron en 1888 o después. Por ejemplo, el Tercer cuarteto de cuerda, B.18, lo escribió alrededor de 1869, pero se publicó póstumamente en 1964 y se estrenó en 1969.

En 1870, compuso su primera óperaAlfred, entre mayo a octubre.​ Su obertura, conocida como Obertura trágica, se interpretó públicamente por primera vez en 1905 y la ópera completa en 1938.

En 1871 dejó la orquesta del Teatro Provisional a fin de tener más tiempo para componer.​ Hasta 1871 sólo dio números de opus a cinco de sus primeras 26 composiciones. 

La primera mención de Antonín Dvořák en la prensa apareció en la revista Hudební listy en junio de 1871 y la primera composición interpretada públicamente fue la canción «Vzpomínání» («Reminiscencia», octubre de 1871, veladas musicales de L. Procházka).​

El Teatro Provisional devolvió la ópera El rey y el carbonero (Král a uhlir) y le dijeron que no se podía interpretar. Su obertura se estrenó en 1872 en un concierto de la Filarmónica dirigido por Bedřich Smetana, pero la ópera completa con la partitura original se interpretó una vez en 1929​ y no se volvió a interpretar hasta un concierto en septiembre de 2019 en el Festival Internacional de Música de Dvořák de Praga.​ 

Clapham​ dice que Dvořák se dio cuenta de que había llegado a «extremos al intentar seguir el ejemplo de Wagner». Entre 1873 y 1874 reajustó «el libreto de El rey y el carbonero completamente de nuevo, de una manera totalmente diferente», sin usar «nada de la desafortunada versión anterior». La ópera alternativa, llamada El rey y el carbonero II, B.42, se estrenó en Praga en 1874.​

Josefína Čermáková (de pie) y Anna Čermáková (sentada), cuñada y esposa de Antonín Dvořák.

Al dejar la Orquesta Nacional del Teatro después de su matrimonio, Dvořák consiguió el puesto de organista en la iglesia de St. Vojtěch,​ también llamada San Adalberto, de Praga bajo la dirección de Josef Foerster, su antiguo profesor en la Escuela de Órgano. En el puesto cobraba «una miseria», pero era «una suma bienvenida para la joven pareja».

A pesar de estas circunstancias, Dvořák todavía se las arregló para componer una gran cantidad de música en esta época.

En noviembre de 1872, se representó en Praga su Quinteto para piano en la mayor, op. 5, por un «espléndido equipo de intérpretes» organizado por Procházka. Fue su primera pieza tocada en un concierto.

En marzo de 1873, su cantata patriótica checa Dědicové bilé hory (Los herederos de la montaña blanca)​ fue interpretada por la Sociedad Coral de Praga Hlahol de 300 cantantes (dirigida por su amigo y partidario Karel Bendl) con una cálida respuesta tanto del público como de los críticos, convirtiéndolo en un «éxito rotundo». 

Las composiciones de Dvořák empezaron a ser reconocidas en Praga.

Sin embargo, cuando Dvořák cumplió 33 años en 1874 permanecía casi desconocido como compositor fuera del área de Praga. Ese año, solicitó y ganó el Premio del Estado de Austria (Stipendium) de composición, de una cuantía de 400 florines,​ otorgado en febrero de 1875 por un jurado formado por el crítico Eduard HanslickJohann von Herbeck, director de la Ópera Estatal, y Johannes Brahms.​ Parece que este último se había unido recientemente al jurado, ya que no estuvo en él durante el año 1874, según Hanslick. 

Sin embargo, Brahms tuvo tiempo y oportunidad de apreciar la presentación de Dvořák de 1874. Botstein​ afirma que el propósito del jurado era «otorgar apoyo financiero a talentosos compositores necesitados» en el Imperio austrohúngaro

El jurado recibió una «presentación masiva» de Dvořák: «quince obras, incluidas dos sinfonías, varias oberturas y un ciclo de canciones». 

Brahms estuvo «visiblemente superado» por la «maestría y talento» de Dvořák. Las dos sinfonías eran la Tercera y la Cuarta,​ ambas estrenadas en Praga en la primavera de 1874.

Clapham​ aporta el informe oficial para el premio de 1874, que dice que Dvořák era un profesor de música relativamente empobrecido que «ha presentado quince composiciones, entre ellas sinfonías, que muestran un talento indudable ... El solicitante ... merece una subvención para facilitar sus estrechas circunstancias y liberarlo de la ansiedad en su trabajo creativo». Dice que aún no había tenido un piano. Antes de casarse, se había alojado con otros cinco hombres, uno de los cuales tenía un pequeño piano de «espineta».

En 1875, año en que nació su primer hijo, compuso su Segundo quinteto de cuerdas, su Quinta Sinfonía, el Trío para piano n.º 1 y Serenata para cuerdas en mi. Volvió a participar, pero esta vez no ganó, en el Premio Estatal de Austria. Lo ganó en 1876 y finalmente se sintió libre de renunciar a su puesto de organista.​ 

En 1877 escribió las Variaciones sinfónicas y Ludevít Procházka dirigió su estreno en Praga.

Reputación internacional

Johannes Brahms recomendó con éxito a Dvořák a su editor, Fritz Simrock. Los dos hombres se vieron por primera vez en 1877 y Dvořák dedicó a Brahms su Cuarteto de cuerda, op. 34.

Dvořák volvió a participar en el concurso del Premio Austriaco en 1877, donde presentó sus Duetos moravos y otras obras, posiblemente su Concierto para piano.​ No se enteró del resultado hasta diciembre. 

A continuación, recibió una carta personal de Eduard Hanslick, que también había formado parte de los jurados que otorgaron los premios. La carta no sólo notificaba a Dvořák que había vuelto a ganar el premio, sino que le informaba por primera vez que Brahms y Hanslick habían formado parte del jurado. La carta transmitía una oferta de ayuda amistosa de los dos para dar a conocer su música fuera de su Chequia natal.

En el mes de diciembre de 1877, escribió su Cuarteto de cuerda n.º 9 en re menor y se lo dedicó a Brahms.

Tanto Brahms como Hanslick quedaron muy impresionados por los Duetos moravos y Brahms los recomendó a su editor, Fritz Simrock, quien los publicó con éxito. Teniendo en cuenta las bien recibidas Danzas húngaras de Brahms, Simrock encargó a Dvořák que escribiera algo de la misma naturaleza. 

Éste presentó sus Danzas eslavas, op. 46 en 1878, al principio para piano a cuatro manos, pero cuando lo solicitó Simrock, también en versión orquestal. Estos fueron un gran éxito inmediato. 

El 15 de diciembre de 1878, el principal crítico musical, Louis Ehlert, publicó una reseña de los Duetos moravos y Danzas eslavas en el Nationalzeitung de Berlín, afirmando que las Danzas eslavas harían su camino «alrededor del mundo» y «una naturalidad celestial fluye a través de esta música». 

«Hubo una carrera en las tiendas de música alemanas para los bailes y dúos de este hasta ahora ... compositor desconocido». Las danzas se tocaron en 1879 en conciertos en FranciaInglaterra y Estados Unidos. Más tarde, Simrock solicitó más Danzas eslavas, que Dvořák proporcionó en su op. 72 de 1886.

En 1879 escribió su Sexteto de cuerdas. Simrock mostró la partitura al destacado violinista Joseph Joachim, quien junto a otros la estrenó en noviembre de ese año. Joachim se convirtió en un «destacado defensor» de la música de cámara de Dvořák.​ Ese mismo año, también escribió su Concierto para violín. En diciembre le dedicó la pieza a Joachim y le envió la partitura.

La primavera siguiente, los dos discutieron la partitura y Dvořák la revisó extensamente, pero Joachim todavía no se sentía cómodo con ella. El concierto lo estrenó en Praga en octubre de 1883 el violinista František Ondříček, quien también lo interpretó en Viena con el director Hans Richter en diciembre de ese año. 

Después, Joachim programó la interpretación del concierto dos veces más, pero en ambas ocasiones no se llegó a un acuerdo​ y nunca lo tocó.

Hans Richter le pidió a Dvořák que compusiera su Sinfonía n.º 6 para la Orquesta Filarmónica de Viena, con la intención de estrenarla en diciembre de 1880. Sin embargo, el compositor descubrió más tarde que, a pesar de esta intención, los miembros de la orquesta se oponían a interpretar obras suyas en dos temporadas consecutivas, debido al «sentimiento anticheco».​ 

Adolf Čech dirigió el estreno de la sinfonía en un concierto de la sociedad Philharmonia (en checo: spolek Filharmonie, predecesora de la Orquesta Filarmónica Checa) el 25 de marzo de 1881, en Praga. 

Richter finalmente dirigió la pieza en Londres en 1882 y siempre mantuvo un interés en las composiciones de Dvořák.​

Viajes a Inglaterra

Dvořák con su esposa Anna en Londres en 1886.

Dvořák llegó a realizar al menos nueve viajes a Inglaterra, cuatro de los cuales los llevó a cabo entre 1884 y 1886, donde dirigió sus propias obras.

Ya era conocido en Londres por la interpretación de obras suyas, como las Danzas eslavas (dirigidas por August Manns en 1879 y 1880), Rapsodias eslavas (bajo la dirección de Manns, Richter y Hallé en 1880 y 1881), el Sexteto de cuerdas (a cargo de Joachim en 1880) y la Sexta Sinfonía (dirigida por Manns en 1882), que habían recibido críticas favorables.​ 

El 10 de marzo de 1883 se interpretó y tuvo muy buena acogida el Stabat Mater en el Royal Albert Hall de Londres, bajo la dirección de Joseph Barnby.​ 

El éxito «provocó toda una serie de actuaciones en Inglaterra y Estados Unidos», un año antes de obtener el reconocimiento en Alemania y Austria. 

A principios de agosto de 1883, la Royal Philharmonic Society lo invitó a Londres para dirigir interpretaciones orquestales de sus obras en la siguiente temporada. 

Unos meses más tarde, a principios de noviembre de 1883, la editorial londinense de música Novello le pidió que dirigiera una interpretación de su Stabat Mater durante su visita y que compusiera una obra para solistas, coro y orquesta para el Festival de Birmingham de 1885 y dirigiera él mismo.​ 

El 5 de marzo de 1884 Dvořák viajó por primera vez a Inglaterra y el 13 de marzo dirigió el Stabat Mater en el Royal Albert Hall. Una semana después dirigió su Obertura Husita, la Sexta Sinfonía y la Rapsodia eslava n.° 2 en St. James's Hall, y el 22 de marzo, en The Crystal Palace, dirigió el Scherzo capriccioso y el Nocturno en si mayor (B.47). 

El mundo musical londinense consideró su visita como un «evento de importancia de "letra roja"», y lo festejaron como el «héroe musical del momento». 

La Royal Philharmonic Society lo nombró miembro de honor. Le prometió una nueva sinfonía y se esperaba que escribiera obras corales tanto para el próximo Festival de Birmingham como para el Festival de Leeds de 1886.

Antes de volver a su país, el propietario de la editorial Novello le entregó un sustancioso adelanto económico para que compusiera una cantata.​ 

Así, al regreso de este primer viaje a Inglaterra, se encontró en condiciones de hacer realidad uno de los sueños de su vida: adquirir una residencia de verano para poder retirarse y dedicarse al aislamiento y la concentración. 

Compró una residencia campesina en Vysoká u Příbramě, donde se retiraba siempre que podía y donde compuso muchas de sus futuras obras.

El segundo viaje a Inglaterra tuvo lugar en noviembre de ese mismo año. Dvořák volvió a dirigir el Stabat Mater, esta vez en el festival de Worcester

Al regreso de este viaje compuso una cantata que tenía por título La novia del espectro; el texto fue traducido al inglés y la partitura la publicó la casa Novello. La obra se estrenó en Pilsen, en Bohemia, el marzo de 1885. La Royal Philharmonic Society le encargó que dirigiera conciertos en Londres y sus actuaciones fueron bien recibidas allí.​ 

En respuesta al encargo, Dvořák escribió su Séptima Sinfonía en re menor, op. 70. Realizó su estreno en St. James's Hall el 22 de abril de 1885, durante su tercer viaje al país.​ La escribió entre diciembre de 1884 y marzo de 1885. 

Se caracteriza por su «expresión dramática y su atmósfera sombría de grave incertidumbre y obstinado desafío, y se distingue por la ausencia de cualquier melodía de inspiración eslava». Dvořák escribió: «Dondequiera que voy no pienso más que en esta obra, que tiene que conmover en el mundo, y ¡con la ayuda de Dios lo lograré!». 

Se atribuye como razón del dolor de Dvořák a la muerte de su madre, aunque parece poco probable, ya que falleció dos años antes de que comenzara a escribir la obra.​ La obra fue recibida con gran entusiasmo y los críticos la compararon con las sinfonías de Ludwig van Beethoven y de Franz Schubert.

En una visita posterior en 1885, presentó su cantata La novia del espectro, en un concierto el 27 de agosto. Había llegado una semana antes para dirigir los ensayos del coro de 500 voces y orquesta de 150 intérpretes. La actuación fue «un triunfo más grande que cualquiera» que Dvořák «hubiera tenido en su vida hasta ese momento ... después de este fenomenal éxito, las sociedades corales de los países de habla inglesa se apresuraron a preparar y presentar la nueva obra». 

En 1887, Richter dirigió las Variaciones sinfónicas en Londres y Viena con gran éxito (habían sido escritas diez años antes y Dvořák había dejado que languidecieran después de la falta de interés inicial de sus editores). Richter escribió a Dvořák sobre la actuación en Londres, «en los cientos de conciertos que he realizado durante mi vida, ninguna obra nueva ha tenido tanto éxito como la suya».​

Más viajes a Inglaterra, Alemania y Rusia

Dvořák recibió un doctorado honoris causa en Cambridge en 1891.

En agosto de 1886 viajó con su esposa Anna a Londres, que estuvo dedicado a la presentación de La novia del espectro, en el Festival de Birmingham. 

Después de todos aquellos éxitos, que iban aumentando de día en día, Dvořák logró una notable independencia económica, la cual le permitió una mayor libertad en sus opciones artísticas. Así nació el propósito de un oratorio nacional, Santa Ludmila, acabado el mayo de 1886.​ 

Este oratorio se estrenó en Leeds en octubre del mismo año, con ocasión del quinto viaje del compositor a las islas británicas. 

Fue recibido con el mismo entusiasmo que siempre, de forma que pudo escribir lo siguiente: «Me encuentro en un estado de gran excitación, entre otras cosas por la notable interpretación de la orquesta (ciento veinte instrumentistas), del coro (trescientos cincuenta cantantes) y de los solistas, todos de primera calidad, pero de manera especial por las ovaciones clamorosas del público. ¡No había comprobado en toda mi vida el entusiasmo, el característico entusiasmo inglés!».

A pesar del nuevo éxito de Dvořák, una actuación en febrero de 1888 del Stabat Mater en Viena fue víctima de un cada vez mayor sentimiento anticheco y de lo que el compositor denominó «crítica destructiva». Agradeció de todo corazón a Richter por su «coraje y su devota simpatía».

De 1886 a 1890, permaneció en su país dedicado a la composición. Surgieron en aquellos años, además de grandes composiciones de música de cámara, la Misa en re mayor, op. 86, la ópera El jacobino, representada en el Teatro Nacional de Praga en 1899, y la Octava Sinfonía en sol mayor, op. 88. 

El personaje central de El jacobino es Benda, un músico bohemio que vive únicamente por su hija y por su arte. Es un reflejo de Antonín Liehmann, el maestro de Dvořák en su juventud. Los otros personajes se asemejan mucho a la gente entre la cual vivió y creció el compositor en su pueblo natal.

En 1890, invitado por Piotr Ilich Chaikovski, visitó Rusia y dirigió actuaciones de sus propias obras en San Petersburgo y Moscú.​ 

En 1891, recibió un título honorífico de la Universidad de Cambridge y se le ofreció un puesto en el Conservatorio de Praga como profesor de composición e instrumentación. Al principio rechazó la oferta, pero luego la aceptó; este cambio de opinión fue aparentemente el resultado de una disputa con su editor Simrock por el pago de su Octava Sinfonía

Como docente, Dvořák reveló un temple eficaz, inaugurando un sistema nada autoritario, fiel al que en otro tiempo había afirmado él mismo, al decir que sus maestros, además de sí mismo, «habían sido los pájaros, las flores y el buen Dios».

Ese mismo año, realizó el sexto viaje a Inglaterra. En esta ocasión presentó su Octava Sinfonía. Su notoriedad europea era tan grande que realizó giras por Alemania y Rusia, y por todos lados fue cubierto de honores. 

El 1891 realizó su octavo viaje a Inglaterra, donde dirigió en Birmingham en el Birmingham Triennial Music Festival su Réquiem, op. 89, para solistas, coro y orquesta, compuesto un año antes. 

Ese mismo año se fundó el Cuarteto Bohemio, más tarde llamado Cuarteto Checo, con Karel Hoffmann como primer violín, Josef Suk como segundo violín, Oskar Nedbal como viola y Otakar Berger al violonchelo. Se dice que Nedbal y Suk habían sido dos de los alumnos «más prometedores» de Dvořák en el Conservatorio y tomaron la iniciativa de fundar el Cuarteto.

Hasta esa fecha, Dvořák había escrito once cuartetos de cuerda, seis de los cuales se habían estrenado,​ y estos estaban disponibles como parte del repertorio del Cuarteto Bohemio en gira, al igual que los dos cuartetos de Smetana.

Por entonces, Dvořák seguía estrenando nuevas obras en Praga y Londres. Antes de abandonar Europa para marcharse a Estados Unidos, recorrió Bohemia interpretando el nuevo Trío Dumky.

Estancia en Estados Unidos

Entre 1892 y 1895, Dvořák fue director del Conservatorio Nacional de Nueva York, donde tuvo por alumno al compositor estadounidense Horatio Parker. Su salario inicial fue de 15 000 dólares. 

El Conservatorio fue fundado por una rica y filantrópica dama de la alta sociedad, Jeannette Thurber, quien quería como director a un compositor reconocido, para dar brillantez a la institución. 

Escribió al compositor, pidiéndole que aceptara el cargo, y él respondió afirmativamente, con tal de que los estudiantes nativos americanos y afroamericanos dotados de talento, que no pudieran permitirse este nivel de instrucción, tenían que ser admitidos gratuitamente, algo inusual para la época. Su contrato original preveía tres horas diarias de trabajo, incluida la docencia y la dirección, seis días a la semana, con cuatro meses de vacaciones cada verano. 

El pánico de 1893, una severa depresión económica, agotó los activos de la familia Thurber y otros patrocinadores del Conservatorio. 

La familia Dvořák con sus amigos en Nueva York en 1893.
De izquierda a derecha: su esposa Anna, su hijo Antonín,
Sadie Siebert, Josef Jan Kovařík (secretario),
madre de Sadie Siebert, su hija Otýlie y Antonín Dvořák.
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En 1894, redujeron su salario a 8000 dólares por año y, además, le pagaron de manera irregular.​

El principal objetivo de Dvořák en Estados Unidos era descubrir la «música estadounidense» y participar en ella, de la misma forma que había utilizado los modismos folclóricos checos en su música. Poco después de su llegada al país en 1892, escribió una serie de artículos periodísticos en los que reflexionaba sobre el estado de la música estadounidense. 

Apoyó el concepto de que la música afroamericana y nativa americana debería usarse como base para el crecimiento de la música estadounidense. Creía que a través de la música de los nativos americanos y afroamericanos, los estadounidenses encontrarían su propio estilo nacional de música. 

Allí conoció a Harry Burleigh, quien más tarde se convirtió en uno de los primeros compositores afroamericanos. Burleigh dio a conocer a Dvořák los espirituales tradicionales afroamericanos.

Durante el invierno y la primavera de 1893, la Orquesta Filarmónica de Nueva York le encargó que compusiera la Sinfonía del Nuevo Mundo, que se estrenó bajo la dirección de Anton Seidl, entre tumultuosos aplausos. Clapham escribe que «sin duda este fue uno de los mayores triunfos, y muy posiblemente el mayor de todos los que Dvořák experimentó» en su vida, y cuando se publicó la sinfonía fue «aprovechada por directores y orquestas» de todo el mundo.

Dos meses antes de partir hacia Estados Unidos, Dvořák había contratado como secretario a Josef Jan Kovařík, que acababa de terminar sus estudios de violín en el Conservatorio de Praga y estaba a punto de regresar a su casa en Estados Unidos. Allí continuó sirviendo como secretario del compositor y vivió con la familia Dvořák. Había venido de la comunidad de habla checa de Spillville (Iowa), donde su padre Jan Josef Kovařík era un maestro de escuela. Dvořák decidió pasar el verano de 1893 en Spillville, junto con toda su familia.

Durante su estancia allí, compuso el Cuarteto para cuerdas en fa (conocido como Cuarteto Americano) y el Quinteto de cuerda en mi mayor, op. 97

De vuelta a Nueva York ese otoño, compuso su Sonatina para violín y piano. También dirigió una interpretación de su Octava Sinfonía en la Exposición Mundial Colombina de Chicago ese mismo año.

En el invierno de 1894-1895, Dvořák escribió su Concierto para violonchelo en si menor, op. 104, B.191, completado en febrero de 1895.​ 

El 16 de abril, él y su esposa regresaron a Bohemia, y en agosto, después de recibir asesoramiento legal, informó a Thurber, que le debía dinero, de que no regresaría a Estados Unidos de acuerdo con su contrato.

Brahms siguió intentando «despejar el camino para Dvořák», «el único contemporáneo al que consideraba realmente digno». 

Mientras Dvořák estaba en Estados Unidos, Simrock todavía publicaba su música en Alemania y Brahms corrigió las pruebas para él. El compositor dijo que era difícil entender por qué Brahms «asumiría el tedioso trabajo de corregir las pruebas. No creo que haya otro músico de su talla en todo el mundo que haga tal cosa».

Vuelta a Europa y últimos años

Dvořák en 1904.

Dvořák regresó de Estados Unidos el 27 de abril de 1895, con su esposa y Otakar Berger, y se ocupó de no difundir la noticia de su regreso. Sin embargo, después de una actuación de Dimitrij en el Teatro Nacional el 19 de mayo, huyó a la casa de campo de la familia en Vysoká u Příbramě.

Su primer amor y posteriormente cuñada, Josefina Kaunitzová, de soltera Čermáková, murió en mayo de 1895. Ambos habían mantenido relaciones amistosas durante años. 

Después de su muerte, revisó la coda de su Concierto para violonchelo en su memoria.​ 

Durante sus últimos años, se concentró en componer ópera y música de cámara. En noviembre de 1895 reanudó su cátedra en el Conservatorio de Praga,​ donde, entre sus alumnos, se encontraban Josef Suk y Vítězslav Novák

Entre 1895 y 1897 completó sus cuartetos de cuerda en la mayor y sol mayor, y también trabajó en el ciclo de poemas sinfónicos inspirados en la colección Kytice de Karel Jaromír Erben

Como se ve en el Catálogo de Burghauser de 1960, Dvořák escribió sus cinco poemas sinfónicos en 1896, pero después de eso completó pocas obras por año, principalmente óperas: El jacobino en 1896, nada en 1897, El diablo y Catalina entre 1898 y 1899, Rusalka en 1900, dos canciones y «Recitativos» entre 1900 y 1901, y finalmente la ópera Armida entre 1902 y 1903. Rusalka se convirtió en la más popular de sus diez óperas y ganó reputación internacional.

En 1896 realizó su último viaje a Inglaterra, el noveno, y durante la que sería su última estancia en Londres dirigió el estreno de su Concierto para violonchelo y orquesta en si menor, op. 104, con la Orquesta Filarmónica de Londres

Había empezado esta obra en Estados Unidos y la terminó en Praga. Ese mismo año, Brahms intentó persuadir a Dvořák, que tenía varios hijos, para que se mudara a Viena. Brahms dijo que no tenía dependientes y que «si necesita algo, mi fortuna está a su disposición». 

Clapham escribe: «Dvořák estaba profundamente conmovido y los ojos de su esposa se llenaron de lágrimas, pero era absolutamente imposible para él, un checo, contemplar la posibilidad de dejar Bohemia».​ 

Al propio Brahms le quedaba poco tiempo de vida, ya que murió el 3 de abril de 1897. Además, Brahms esperaba ganarse un aliado en Viena para «contrarrestar la influencia» de Anton Bruckner.

En 1897, su hija Otilie se casó con su alumno, el compositor Josef Suk. Ese mismo año, Dvořák visitó a Brahms en su lecho de muerte y asistió a su funeral el 6 de abril de 1897. 

En noviembre, fue nombrado miembro del jurado del Estipendio de Artistas de Viena.​ 

En noviembre de 1898 se le informó que el emperador Francisco José I le otorgaría una medalla de oro por Litteris et Artibus, ceremonia que tuvo lugar ante una audiencia en junio de 1899. 

El 4 de abril de 1900 Dvořák dirigió su último concierto con la Filarmónica Checa, interpretando la Obertura trágica de Brahms, la Sinfonía inacabada de Franz Schubert, la Octava Sinfonía de Ludwig van Beethoven y su poema sinfónico La paloma del bosque.​ 

En abril de 1901, el emperador lo nombró miembro de la Cámara de los Señores, junto con el poeta checo Jaroslav Vrchlický.​ 

Dvořák también sucedió a Antonín Bennewitz como director del Conservatorio de Praga desde noviembre de 1901 hasta su muerte.​ Allí, tuvo alumnos que siguieron su huella, como Dobri Hristov

Antonín Dvořák con su esposa Anna
y su nieto Josef Suken Křečovice,
ca 1902 
foto: Museo Antonín Dvořák

El 60.º aniversario de Dvořák se celebró como un evento nacional. Primero, alrededor de la fecha actual, se representaron seis de sus óperas y el oratorio Santa Ludmila en Praga, pero Dvořák estaba en Viena; luego, en noviembre de 1901, llegó la «fiesta de cumpleaños oficial aplazada ... En muchas ciudades de Bohemia y Moravia, el pueblo checo celebró su cumpleaños».​

Tumba de Dvořák en el cementerio de Vyšehrad en Praga.

El 25 de marzo de 1904 Dvořák tuvo que abandonar un ensayo de Armida debido a una enfermedad.​ 

El primer Festival Musical Checo, en abril de 1904, tenía «un programa que consistía casi en su totalidad» en la música de Dvořák​ (Leoš Janáček estaba decepcionado de que no se interpretara nada de su música). «Setenta y seis asociaciones corales» de toda Bohemia se reunieron en Praga, y «dieciséis mil cantantes» cantaron el oratorio Santa Ludmila. «Miles de oyentes celebraron» la Sinfonía del Nuevo Mundo

El propio Dvořák se vio obligado por una enfermedad a «irse a la cama», por lo que no pudo asistir.

Dvořák tuvo un «ataque de gripe» el 18 de abril​ y falleció el 1 de mayo de 1904, de una causa no diagnosticada​ tras cinco semanas de enfermedad, a la edad de 62 años, dejando muchas obras sin terminar. 

Su funeral se celebró el 5 de mayo​ y sus restos fueron enterrados en el cementerio de Vyšehrad en Praga, bajo un busto del escultor checo Ladislav Šalou.


Funeral de Dvořák el 5 de mayo de 1904.

Composiciones

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